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Proyecto de presupuesto para mujeres en 2022 es más bajo que los aprobados en los últimos 3 años

El Proyecto de Presupuesto para el año 2022 plantea un nuevo recorte de fondos a programas dirigidos a las mujeres salvadoreñas, como sucedió en 2020 y 2021, luego de la llegada al poder del presidente Nayib Bukele. Entre las disminuciones presupuestarias destaca la de Ciudad Mujer, que pasó de $11,6 millones a $6,5 millones en la propuesta de 2022.

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Por Mónica Campos

Los montos destinados a diferentes programas que benefician a mujeres salvadoreñas, planteados en el Proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2022, tienen una reducción considerable si se comparan con los montos aprobados en los últimos tres años. Para el próximo año, la propuesta del gobierno de Nayib Bukele es asignar un total de $17.6 millones a distintas carteras que operan o ejecutan programas para mujeres; es decir, medio millón menos que en 2021, y menos de $2 millones que en 2019, según consta en los presupuestos aprobados por la Asamblea Legislativa en ese periodo. 

En comparación con los montos aprobados en 2021, la propuesta de presupuesto para el próximo año contempla un recorte total de $563,185.

Recortan fondos a Ciudad Mujer

Entre las líneas presupuestarias que tendrían drásticas reducciones en el año 2022 está el programa Ciudad Mujer que tiene asignados $6,5 millones; es decir, alrededor de tres millones de dólares menos que en 2021. El monto total para ciudad mujer y el monto global para proyectos destinados a mujeres tienen en común ser los más bajos de sus líneas presupuestarias en los últimos años, de acuerdo con el análisis de AltavozEs y Panorama Económico, que son dos organizaciones de sociedad civil que hacen análisis económicos.

Pero no solo el recorte presupuestario de Ciudad Mujer es preocupante, sino que las líneas presupuestarias específicas para cada sede del programa han desaparecido de los presupuestos generales de la Procuraduría General de la República (PGR), del ramo de Trabajo y Previsión Social, del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu) y del Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp).

José Luis Magaña, investigador de Panorama Económico, dijo a GatoEncerrado que el desfinanciamiento de Ciudad Mujer ha sido gradual desde el año 2020. “La primera institución que vimos en esa tendencia fue el Insaforp porque desde el primer presupuesto que hizo este gobierno le quitaron las líneas presupuestarias para cada una de las sedes de Ciudad de Mujer”, explicó.

Según el análisis de Panorama Económico, las instituciones que continuaron eliminando las líneas presupuestarias en 2021, que tenían como destino diferentes sedes de Ciudad Mujer, fueron el ramo de Trabajo y Previsión Social y la Procuraduría General. Para 2022, el Isdemu se sumó a la eliminación de las partidas específicas.

Magaña agregó que “si hay una línea presupuestaria centralizada, lo que va a suceder es que cada sede  de Ciudad Mujer va a tener que hacer más gestiones de manera centralizada para ver cómo llega a ese presupuesto que ya no va a tener de manera directa”.

Las líneas presupuestarias enfocadas en el cumplimiento de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia (LEIV) y la Ley de Igualdad y Erradicación de la Violencia (LIE) en el Órgano Ejecutivo, otras instituciones de gobierno e instituciones descentralizadas, han tenido aumentos en la propuesta para 2022, pero aún no llegan al nivel del monto que tenían en 2019, cuando el presupuesto fue elaborado y aprobado antes de la administración de Nayib Bukele y su nueva Asamblea Legislativa.

Las mujeres no son prioridad 

La economista Julia Evelyn Martínez concluyó que “las mujeres no somos una prioridad para el Estado salvadoreño”, a partir del análisis del proyecto de presupuesto para 2022, el pasado 5 de noviembre, en un Seminario Internacional de Mujeres. Martínez consideró que el presupuesto general de la nación debe elaborarse a la luz de la política presupuestaria y las leyes secundarias, porque tanto la LIE como la LEIV mandan generar presupuestos que permitan su cumplimiento; sin embargo, señaló que el presupuesto general de la nación para 2022 carece de enfoque de género.

La economista también cuestionó que el Isdemu no tiene el presupuesto mínimo para cumplir con la función como ente rector, cuya función es velar por el cumplimiento de las leyes especializadas. Para 2022, el Isdemu tiene asignados $102,950 menos que en 2021. Esta asignación difiere de la promesa que el presidente Bukele hizo, el pasado 30 de julio, en una reunión privada con organizaciones civiles y que tuvo lugar en Casa Presidencial. 

En esa reunión estuvo presente Silvia Juárez, de la Organización de Mujeres por la Paz (Ormusa), quien cuestionó al mandatario  y preguntó: “¿Cómo era posible que la única institución dedicada a la rectoría de las mujeres, que son más de la mitad de la población, tuviera de los menores presupuestos de todas las instituciones públicas?”. En ese momento, Bukele se comprometió a duplicar el presupuesto del Isdemu.

“Un Isdemu que ahora va a asumir centralizadamente la situación de las mujeres en los territorios, proporcionalmente debería de tener un aumento frente a eso”, afirmó. 

Juárez agregó que hay otro tema que repercute en la vida de las mujeres salvadoreñas: los recortes al Fondo para el Desarrollo Económico y Social de las Municipalidades (Fodes). Juárez dijo que aunque el Fodes no tenía una línea específica para beneficiar a las mujeres en las localidades atendidas por las alcaldías, se traducía en espacios de apoyo, como unidades municipales de la mujer, promotoras sociales, espacios de cuidado, atención en salud  y formación vocacional para mujeres. 

Mayores contribuyentes, menos beneficios

En el caso de los programas que no son específicamente para programas de mujeres, pero que benefician a las mujeres, hubo un aumento con respecto a 2021. Sin embargo, este aumento se debe a una inyección millonaria al Subsidio del Gas Propano. En contraste con este aumento, las líneas presupuestarias de salud, educación y la pensión básica universal han disminuido, mientras que programas dirigidos a las mujeres rurales y agricultoras continúan sin un centavo desde que fueron eliminados en 2020, según datos recopilados por AltavozEs y Panorama Económico.

El economista Magaña dijo que el presupuesto para mujeres no es proporcional a la contribución que hace a la economía del país. En 2017, un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) reveló que, si el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) aumentara del 13 % al 15 %, tendría impactos diferenciados en los índices de pobreza entre hombres y mujeres. 

En los hombres, la pobreza aumentaría en un 2.2 %, mientras que en las mujeres en 2.9 %. Magaña indicó que esto se debe a que las mujeres son quienes más gastan en artículos relacionados al cuidado del hogar y, por tanto, “quienes están tributando más son las mujeres”.

Sobre las reducciones en el presupuesto global, la economista Martínez acotó que en el año 2010 el Banco Central de Reserva (BCR) determinó que el trabajo no remunerado de las mujeres equivalía al 18 % del Producto Interno Bruto (PIB): “Muy poco hemos hecho con ese dato. Ese debería de ser uno de nuestros datos emblemáticos (…) Porque podría significar un impacto en la política fiscal”, explicó. Martínez llamó a las mujeres salvadoreñas a estar atentas a los temas económicos y a exigir mejores presupuestos con base en la contribución que generan al país.

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